La participación de la ciudadanía, es la base de la democracia. Por eso, las personas que nos gobiernan son elegidas por la ciudadanía mediante el voto para que nos
representen en la toma de acuerdos de caracter públicos.
La representación debe ser su propósito de trabajo y su proyecto de vida; para el cual, el apego a la legitimidad y a la legalidad son esenciales. Esto es un trabajo conjunto entre las
personas y su gobierno.
El gobierno es quien nos representa y debe buscar los mecanismos adecuados para que se respete la autonomia de cada quien, para lo cual tienen que participar las personas implicadas o sea
la sociedad.
En un sistema democrático las personas y los grupos tienen la facultad de llevar sus demandas de la vida, con ello la defensa de sus derechos fundamentales se manifiesta a partir de acciones
políticas y por medio de la conformación de las asociaciones civiles, partidos políticos y de la elección de representantes para los cargos políticos.